El siguiente paso sera elegir entre los días fertiles de la madre, aquellos que a través de la Luna nos indique el sexo que se desea (niño o niña).
Una vez terminado el tiempo de embarazo, se debe pactar con el medico un parto provocado para lograr que este niño tenga un ascendente que mejore la resistencia física, la apariencia, y algunos aspectos de la vida.
El hecho de planificar un día y hora determinado, también nos permitirá situar la Luna en un signo que mejore la relación con la madre, le aporte una mayor estabilidad emocional, y le garantice una buena acogida por parte de la gente.
Dicho de esta forma, parece que podemos estar haciendo algo que desde el punto moral o religioso puede ser bastante discutible: un hijo a la carta.
Pero estamos hablando de un hijo deseado, buscado con la participación del padre y la madre, con el convencimiento de que pueden crear un mejor futuro para su hijo.
Si censuramos esta posibilidad, que podemos pensar de la inseminación artificial, y la selección genética, en donde muchas veces se le llega incluso a privar del derecho a disfrutar de tener un padre al niño?.
Nuria Tutusaus
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